domingo, 14 de abril de 2024


       Humberto Fernández Morán, conocido como El brujo de Pipe



FERNANDEZ MORÁN:

EL ALTO COSTO

DE SER NUEVE DÍAS MINISTRO


En 1952 la prensa capitalina reproduce las noticias de los diarios de Estocolmo referentes a los sensacionales descubrimientos del médico venezolano Humberto Fernández Morán (Concepción, municipio La Cañada de Urdaneta, Venezuela; 18 de febrero de 1924 - Estocolmo , Suecia; 17 de marzo de 1999).

En Suecia, sus investigaciones apuntaban a la subestructura fina de la fibra nerviosa, realizados mediante el microscopio electrónico en el Instituto Karolinska de Estocolmo”, apunta en Caracas el doctor Ricardo Archila en el volumen uno “De la vida médica venezolana”, marzo, p. 174).

Luego, por iniciativa y bajo la dirección del doctor Fernández Morán se funda en Caracas el Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales (IVNIC), que desde 1969 será Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).

El primer microscopio electrónico instalado en Venezuela (en el IVNIC) por Fernández Morán data de los años cincuenta. Antes había llegado otro “importado para la Universidad del Zulia por su rector de entonces, Jesús Enrique Lossada. Ello ocurrió en el último trienio de la década de 1940, pero no llegó a ser instalado.

El Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales en Caracas Altos de Pipe) comienza a fabricar la cuchilla de diamante, inventada en 1953 por Humberto Fernández Morán como parte de sus labores en el Instituto Nobel de Física, de Estocolmo. Mundialmente comenzó a ser utilizado para realizar “cortes ultrafinos de materia orgánica o de metales” en microscopía electrónica.

El Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales (IVNIC), creado en 1954 dada la receptividad en el gobierno de entonces de darle paso franco a la iniciativa con planes y bajo la dirección de Fernández Morán quien en la planta física desarrollada da inició a la producción de la cuchilla de diamante en 1956.

Al ser su fundador desplazado por razones políticas en 1958, el IVNIC fue transformado en Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (actual IVIC), que afortunadamente no interrumpió la producción del citado invento venezolano.

“Las cuchillas de diamante –afirmo en su oportunidad el doctor Luis Manuel Carbonell, uno de los directores que ha tenido el IVIC luego del desempeño del doctor Marcel Roche, “tienen un reconocimiento universal, siendo ahora la cuchilla de diamante IVIC la reconocida mundialmente y nosotros los únicos que las estamos fabricando. En determinado momento de la gestión de Carbonell, en el IVIC “producimos un promedio de 200 cuchillas anuales.... Prácticamente todos los países que tienen microscopios electrónicos usan nuestras cuchillas y los clientes muchas veces esperan entre seis meses y un año para recibir sus pedidos”.

Humberto Fernández-Morán Villalobos - sintetiza Wikipedia- “fue un médico y reconocido científico venezolano en el campo de las ciencias físicas y biológicas.

Recibió en 1967 el Premio Vovain por su invento, el bisturí de punta de diamante.

Contribuyó además al desarrollo del microscopio electrónico, y fue la primera persona en introducir el concepto de crioultramicrotomía. ​ Trabajó en el área de criosmicroscopía electrónica, en el uso de lentes superconductores y helio líquido en los microscopios electrónicos. Ayudó en la mejora de los ultramicrotomos.”

José Esparza amplia y sintetiza quien fue el venezolano Fernández Morán, apuntando: “…uno de los investigadores venezolanos con mayor proyección internacional durante la segunda mitad del siglo XX, habiéndose destacado por sus estudios sobre la ultraestructura celular, sobre todo del tejido nervioso, y por sus aportes al desarrollo de la microscopía electrónica… Un período poco conocido de Fernández-Morán, (transcurre) desde mediados de 1944, cuando regresó a Venezuela después de haber completado sus estudios de medicina en Alemania, hasta que marchó a Suecia a finales de 1946, donde completó su formación científica… durante este período, Fernández-Morán se interesó en la neuropsiquiatría bajo la influencia de Carlos Ottolina en Caracas. Después de haber completado un entrenamiento en Washington bajo la dirección de Walter Freeman, quien fue el popularizador de la lobotomía transorbitaria para el tratamiento de las enfermedades mentales.

Fernández-Morán volvió a Maracaibo donde practicó, con gran destreza, 25lobotomías transorbitarias en el Hospital Psiquiátrico de Maracaibo. Viajó entoncesa Estocolmo, Suecia, como Research Fellow en uno de los mejores centros deneurocirugía del mundo, bajo la dirección de Hebert Olivecrona. Fue --- agrega eldoctor Esparza --- cuando, movido por la impotencia de ver morir a los pacientescon tumores del cerebro, e incentivado por Olivecrona, decidió dedicarse a lainvestigación básica. Entonces se unió al grupo de Manne Siegbahn, quien era eldirector del Instituto Nobel de Física y quien había diseñado un microscopioelectrónico de su propia invención. En ese laboratorio y con ese microscopioelectrónico, Fernández-Morán inició su carrera de investigación.”

Esparza anota: “Fernández-Morán supervisó la construcción del ReactorNuclear RV-1, el primero de su tipo en Latinoamérica. Este proyecto formó partede sus competencias como director del IVNIC. En el mismo espacio quecomprendía el recinto del IVNIC, se establecería también la Biblioteca Científicade Latinoamérica. El IVNIC sería, gracias a las iniciativas del doctor Fernández-Morán, el primer centro científico tecnológico del continente.”

El doctor José Esparza, miembro de número de la Academia de Medicina deVenezuela y otros países, destaca la obra de Fernández Moran. Esparza tambiénes, nada menos, que profesor adjunto de Medicina en el Instituto de VirologíaHumana de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland, en Baltimore, ydel programa Robert Koch Fallo del Instituto Robert Koch en Berlín.


El precio de nueve mediodías

¿Cuál fue el irreparable pecado de Fernández Morán en Venezuela?

El 13 de enero de 1958 acepta ser ministro de Educación, llamado por el presidente Marcos Pérez Jiménez para que asuma tal cargo. El gobierno se desmoronaba tras la inestabilidad provocada por el alzamiento militar del 1 de enero de 1958. Figuras clave como el ministro del Interior y el jefe de la Seguridad Nacional, ceden a la presión para que los separasen de tales funciones e inicien sus respectivos exilios. No tenemos por qué presumir algo distinto a que si acepta el hombre clave de Pipe, fue por su afán de servir y manifestación de gratitud debida al presidente como al gobierno dado el apoyo – y demás consideraciones -- al proyecto de alta tecnología. Respaldo manifiesto a través de obras civiles, equipamiento, funcionamiento de ciertas instalaciones incluidos los fundamentos del Reactor de Pipe como parte del IVNIC.

Acerca de Fernández Morán post-IVNIC, en mayo del 2018, los científicos Andrés Sayán y Aixa Müller publicaron en la Revista de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina, el trabajo titulado “Humberto Fernández Morán y la creación del Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales (IVNIC, 1954-1959)” del cual transcribimos: “A la caída de la dictadura de Pérez de Jiménez, la mayoría de sus colaboradores inmediatos, abandonó el país. De los pocos que se quedaron, entre ellos, Fernández Morán, quien había desempeñado durante 10 días el cargo de ministro de Educación, tuvo que soportar recriminaciones, críticas, ataques, calumnias y vituperios, aunque también tuvo sus defensores; en general se le trató con toda la consideración que merecía, especialmente en el IVNIC, donde continuó laborando por corto tiempo. Uno de los motes o remoquetes, utilizado inicialmente de manera despectiva, pero que caló en la imaginación popular, fue el de “brujo de Pipe”, que le endilgó el escritor Mariano Picón Salas, en un artículo publicado en el diario El Nacional. Según uno de los biógrafos de Fernández Morán, Roberto Jiménez Maggiolo, es también posible que fuera Rómulo Betancourt el autor del remoquete. A finales de febrero de 1958 Fernández Morán consiguió una posición como microscopista electrónico en el Hospital General Massachusetts, encargándose de la organización del Laboratorio Mixter de Microscopía Electrónica.”

No menos verdad es que políticos vencedores en el 58, colegas y otros, execraron al individuo que gozaba de la talla que al marabino le brindaba el mundo producto de sus inventivas y labores las cuales, menos en su país, son reconocidas como contribuciones esenciales. Vale la pena subrayarlo en el aniversario 50 del IVIC, hoy en día muy venido a menos.


Alfredo Schael



El coronel presidente de la República Marcos Pérez Jiménez saluda al ministro de Sanidad Pedro Gutiérrez Alfaro (de espaldas, Papeyo para sus íntimos) a su llegada para inaugurar el IVNIC. Fernández Morán se encuentra a la izquierda del presidente. Fotografía tomada de Revista de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina.





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